Centros educativos

Los centros docentes es uno de los sectores cada vez más concienciado a la hora de cardio-protegerse, los colegios incluso empiezan a incluir como asignaturas extras, clases de primeros auxilios.

Y es que tal como están demostrando numerosas noticias, las paradas-cardiorespiratorias afectan a gente de todas las edades.

Hay centros que imparten clases hasta el bachillerato, por lo que el rango de edades de los alumnos llegaría hasta los 18 años, con las necesidades diferentes de cada una de ellas. En muchos de los centros educativos los alumnos realizan actividades físicas, en las clases o en el recreo, lo que aumenta el factor de riesgo por el esfuerzo.

En los centros educativos es esencial el uso de electrodos pediátricos ya que en la mayoría de los centros hay menores de 8 años y/o 25kg.

Los desfibriladores actuales, están preparados para que el cambio de parche entre adulto y pediátrico se realice en segundos, consiguiendo no demorar la actuación ante un caso de emergencia.

Casi todos los decretos incluyen los centros educativos como sector obligado a disponer de un desfibrilador, dependiendo de la capacidad de alumnos de este.

Eso no quiere decir que los otros centros, a pesar de no tener obligación, instalen un desfibrilador, y que en muchas ocasiones sea solicitado por el AMPA.

Un desfibrilador en un centro educativo:

• Ayuda a concienciar a las nuevas generaciones, implicando no solo a profesores, sino también a los alumnos de la importancia de saber actuar ante un caso de emergencia
• Proporciona a alumnos, empleados y padres mayor tranquilidad, gracias a un entorno más seguro.
• Dentro de los centros educativos también se incluyen universidades públicas y privadas, academias, residencias de estudiantes…