Cardioprotección de clínicas dentales
Cardioprotección de clínicas dentales

La importancia de un desfibrilador en las clínicas dentales

En España se producen anualmente unas 30.000 paradas cardíacas y un factor que alimenta este peligro es que puede afectar a, prácticamente, cualquier persona. Existen grupos de riesgo que son especialmente sensibles a padecerlos y, de ahí, la importancia que los espacios que congregan a grandes cantidades de personas o tienen un tráfico constante de personas, como las clínicas dentales, estén más expuestas a que alguna persona pueda sufrir un episodio de parada cardio respiratoria.

Aunque en un primer momento puede sorprender que una clínica dental sea un espacio donde las probabilidades de padecer una parada cardio respiratoria sean superiores a las de otras áreas, lo cierto es que estos espacios son más sensibles ya que, para ciertos trabajos, deben hacer uso de determinados procesos como la anestesia, con el consiguiente riesgo para la persona.

La anestesia puede ocasionar, en determinadas personas, efectos leves como depresiones en la contractilidad de los vasos hasta efectos más graves como bradicardias sinusales y colapsos cardiovasculares. Las reacciones ligeras pasan por pequeños cambios en la presión sanguínea hasta paradas cardíacas que, aunque no son habituales, son muy peligrosas si no se actúa rápidamente.

Sabidas estas posibles complicaciones para el corazón, los médicos, auxiliares y demás personas que componen el equipo de las clínicas dentales deben ser conscientes de que la presencia de un desfibrilador en sus centros y estar formados en técnicas de SVB permiten actuar con rapidez y tomar la iniciativa para salvar una vida ya que el uso del desfibrilador en los tres primeros minutos aumenta casi en un 75% las posibilidades de supervivencia.